sábado, 3 de noviembre de 2012

Los inicios nunca fueron fáciles

En esta entrada intentare explicar sin tecnicismos y de forma cercana los pasos que necesita cualquier persona que este interesada en simplemente salir a trotar un rato y no lo haya hecho hasta ahora o lleve demasiado tiempo sin hacerlo.

1.       Motivación
Primer paso y fundamental, la motivación. Puede surgir de muchas maneras, querer mejorar tu aspecto físico, tu resistencia,  tu capacidad aeróbica. Puedes querer hacerlo para pasar un rato pensando en tus cosas o simplemente para salir a tomar el aire. Cualquier motivo es bueno, aunque cuanto más profundo sea, más fácil te resultará que este te lleve a tu objetivo. Busca las razones o cualquier cosa que te pueda ayudar a empujarte a salir varias veces a la semana, sal y ¡hazlo!. Lo importante es el empujón inicial, una vez hecho el hecho el hábito, salir a correr se convertirá en una parte importante de tu rutina.
 
2.       Material
Correr es una de las actividades más saludables y más baratas que se pueden llevar a cabo. Efectivamente, existe material profesional, pero no es lo que pretendemos, al menos de momento. Así que probablemente ya dispongamos del material necesario en nuestros armarios: una camiseta vieja, un bañador o pantalón corto, unos calcetines algo gruesos y unas zapatillas de deporte.

3.       Distancia que recorrer
Este suele ser un tema delicado cuando alguien empieza y no sabe muy bien que hacer. En realidad, más que la distancia, lo importante es el esfuerzo al que te sometas, y la mejor manera de medirlo es quizá el tiempo. Lo ideal es fijarse un tiempo y hacerlo a un ritmo que se te antoje razonable.

4.       Los primeros días
Es importante empezar bien, pues estos días separaran a los que llegarán lejos de aquellos que apenas darán unos pasos. Despacio, sobre todo despacio, muy progresivo. La idea clave para fortalecer la constancia y permitir que el hábito se establezca con facilidad. En este sentido, hay que tener una idea clara: Vuelve a casa siempre con algo de energía. Si las primeras veces nos desfondamos, al día siguiente será difícil encontrar la motivación necesaria. Procura correr a un ritmo cómodo en el que puedas respirar fácilmente y todo el conjunto funcione bien. Si ves que te falta aire, afloja y echa a andar un rato mientras te recuperas.

5.       El día a día
¿Cuántas veces debo salir por semana? entre 2 y 6 días a la semana, esto dependerá principalmente del estado de forma en el que se encuentre cada uno. Para empezar puedes salir dos o tres veces por semana y hacerlo en días alternos, ya que necesitarás un descanso para que se desarrolle la musculatura de las articulaciones, especialmente de las rodillas. Una vez te empieces a sentir cómodo con el ejercicio, es posible que te sorprendas deseando salir más a menudo. Tómalo con calma y ve añadiendo un día más cada ciertas semanas. Regula la progresión y mantén la actividad gratificante.

6.       Un pasito más allá.
Finalmente, si has conseguido arraigar el hábito y salir a correr durante cuatro o seis meses, serás capaz de salir a buen ritmo durante una hora y recorrer tranquilamente diez kilómetros o más. Dormirás muy bien por las noches y durante el día te sentirás energético y despejado. En este punto, puedes empezar a plantearte trabajar el esfuerzo intenso y más exigente, preparar maratones con el objetivo de competir o en definitiva, lo que cada uno se proponga.

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