En esta entrada intentare explicar sin
tecnicismos y de forma cercana los pasos que necesita cualquier persona que
este interesada en simplemente salir a trotar un rato y no lo haya hecho hasta
ahora o lleve demasiado tiempo sin hacerlo.
1.
Motivación
Primer paso y fundamental, la motivación.
Puede surgir de muchas maneras, querer mejorar tu aspecto físico, tu
resistencia, tu capacidad aeróbica.
Puedes querer hacerlo para pasar un rato pensando en tus cosas o simplemente
para salir a tomar el aire. Cualquier motivo es bueno, aunque cuanto más
profundo sea, más fácil te resultará que este te lleve a tu objetivo. Busca las
razones o cualquier cosa que te pueda ayudar a empujarte a salir varias veces a
la semana, sal y ¡hazlo!. Lo importante es el empujón inicial, una vez hecho el
hecho el hábito, salir a correr se convertirá en una parte importante de tu
rutina.
2.
Material
Correr es una de las actividades más
saludables y más baratas que se pueden llevar a cabo. Efectivamente, existe
material profesional, pero no es lo que pretendemos, al menos de momento. Así
que probablemente ya dispongamos del material necesario en nuestros armarios:
una camiseta vieja, un bañador o pantalón corto, unos calcetines algo gruesos y
unas zapatillas de deporte.
3.
Distancia que recorrer
Este suele ser un tema delicado cuando
alguien empieza y no sabe muy bien que hacer. En realidad, más que la
distancia, lo importante es el esfuerzo al que te sometas, y la mejor manera de
medirlo es quizá el tiempo. Lo ideal es fijarse un tiempo y hacerlo a un ritmo
que se te antoje razonable.
4.
Los primeros días
Es importante empezar bien, pues estos días
separaran a los que llegarán lejos de aquellos que apenas darán unos pasos.
Despacio, sobre todo despacio, muy progresivo. La idea clave para fortalecer la
constancia y permitir que el hábito se establezca con facilidad. En este
sentido, hay que tener una idea clara: Vuelve a casa siempre con algo de energía.
Si las primeras veces nos desfondamos, al día siguiente será difícil encontrar
la motivación necesaria. Procura correr a un ritmo cómodo en el que puedas
respirar fácilmente y todo el conjunto funcione bien. Si ves que te falta aire,
afloja y echa a andar un rato mientras te recuperas.
5.
El día a día
¿Cuántas veces debo salir por semana? entre 2
y 6 días a la semana, esto dependerá principalmente del estado de forma en el
que se encuentre cada uno. Para empezar puedes salir dos o tres veces por
semana y hacerlo en días alternos, ya que necesitarás un descanso para que se desarrolle
la musculatura de las articulaciones, especialmente de las rodillas. Una vez te
empieces a sentir cómodo con el ejercicio, es posible que te sorprendas
deseando salir más a menudo. Tómalo con calma y ve añadiendo un día más cada
ciertas semanas. Regula la progresión y mantén la actividad gratificante.
6.
Un pasito más allá.
Finalmente, si has conseguido arraigar el
hábito y salir a correr durante cuatro o seis meses, serás capaz de salir a
buen ritmo durante una hora y recorrer tranquilamente diez kilómetros o más.
Dormirás muy bien por las noches y durante el día te sentirás energético y
despejado. En este punto, puedes empezar a plantearte trabajar el esfuerzo
intenso y más exigente, preparar maratones con el objetivo de competir o en
definitiva, lo que cada uno se proponga.
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